El hombre sin frío
A veces uno se encuentra, en pleno invierno, con tíos que van en mangas de camisa camiseta. Hablan por sus móviles tan tranquilos, como si el frío no fuera con ellos. No muestran sus brazos signos de erizamiento, carne de gallina, pelos como escarpias, nada de eso. Tampoco parecen querer demostrar una superioridad especial, en esa no-necesidad suya de ropa de abrigo.
Pero son inquietantes.
Hay un tipo en Pamplona, un tal L., vecino de la calle Estella, que siempre se pasea por la ciudad con un polo Lacoste blanco y unos pantalones de pinza color piedra pómez. Ese es su único uniforme, todo el año. Da igual el tiempo que haga, que no cambia la muda, el cabrón. No me creo que la piel se adapte al frío y en, no sé, cuarenta años de exposición a temperaturas extremas, desarrolle una epidermis más curtida, tipo foca, y esta gente se preserve del frío.
Este miércoles había un tipo, por la noche, con nieve aún en las esquinas, en Dos de Mayo, de esta guisa. En camiseta, y hablando por el móvil. Le iba a hacer una foto, pero llegaba tarde a un café con una buena amiga. He pensado en aquello de RAMÓN: "¿Y si las hormigas fueran los marcianos instalados en la Tierra?".
¿Y si estos tipos sin frío fueran los marcianos instalados en la Tierra?
¿Irían hasta donde el cuerpo aguante, de ser terrícolas?
Pero son inquietantes.
Hay un tipo en Pamplona, un tal L., vecino de la calle Estella, que siempre se pasea por la ciudad con un polo Lacoste blanco y unos pantalones de pinza color piedra pómez. Ese es su único uniforme, todo el año. Da igual el tiempo que haga, que no cambia la muda, el cabrón. No me creo que la piel se adapte al frío y en, no sé, cuarenta años de exposición a temperaturas extremas, desarrolle una epidermis más curtida, tipo foca, y esta gente se preserve del frío.
Este miércoles había un tipo, por la noche, con nieve aún en las esquinas, en Dos de Mayo, de esta guisa. En camiseta, y hablando por el móvil. Le iba a hacer una foto, pero llegaba tarde a un café con una buena amiga. He pensado en aquello de RAMÓN: "¿Y si las hormigas fueran los marcianos instalados en la Tierra?".
¿Y si estos tipos sin frío fueran los marcianos instalados en la Tierra?
¿Irían hasta donde el cuerpo aguante, de ser terrícolas?
¿Extraterrestres? Eso me hace recordar un juego de ordenador (cuando estos tenían discos flexibles de 5 1/4 y una memoria de 512 ks), creo que era "Maniac Mansion"... o no, en la que para descubrir si los habitantes humanoides eran marcianos había que ponerse unas gafas especiales que revelaban sus verdaderas siluetas con antenas en la cabeza y orejas chungas.
ResponderEliminarJajajaja… hay otra versión de este marcianismo: las de los adictos al footing extremo, que se te hielan hasta las canillas viendo a un tío con camiseta y pantaloncillo corto corriendo furiosamente por encima de las aceras cubiertas de nieve (además de sobrecogerte el corazón esperando el batacazo que van a darse de un momento a otro). No he tenido coraje de quedarme a mirar si estos también “igan hasta que el cuegpo aguante”.
ResponderEliminarIl fera tous les bars de la terre
ResponderEliminaril ira où on ne le connait pas
tanguera sur les fuseaux horaire
fera voyager sa gueule de bois
il boira comme on part à la guerre
sans etre sur qu'on en reviendra
il retrouvera partout un frère,
à shangai seville ou luanda
il ira, ira, ira ira à Hasta que el cuerpo aguante
il ira, ira, ira ira à Hasta que el cuerpo aguante
Hasta que el cuerpo aguante
Qué coño en mangas de camisa En camiseta.
ResponderEliminarHay un irlandés -lo sé porque trabaja en una cervecería que frecuento en soledad- que se pasea por Gerona con temperaturas de cero grados. Duro que es el tipo.
il iga, iga, iga, iga sta que'l cuergpo l'aguanté
ResponderEliminaril iga, iga, iga, iga sta que'l cuergpo l'aguanté
No he podido evitar acondarme de Celine, amiga de mes de verano en el pueblo(aunque desde que se echó un novio que vive en un castillo su tiempo de estancia es mas corto), hija de una manchega y un parisino y residente en una barrio chic de París, licenciada en Lengua francesa, nativa de francés cuando trabaja en España y nativa de español cuando reside y trabaja en París, y esa gracia con la que cambia sus acentos y esa "egue" que sigue siendo para ella impronunciable... " a proposÍto, chicas, ¿queguéis que vayamos a la piscina?".
En cuanto a esos, como anécdota le cuento que tengo un paciente que tanto en invierno como en verano siempre viene en camiseta interior de tirantes, de una pulcritud y blancura extrema y con olor a suavizante Mimosín, pero coño, que se quita el tío la zamarra de invierno y ni camisa ni jersey ni hostias, su camiseta interior, y en el verano su camiseta interior, sin más... No sé, maneras de concebir el uso de las prendas, supongo.
¡Dios mío, tengo que ir a revisión de mi tensión ocular inmediatamente!
hasta quel cuegpo aguannete
ResponderEliminarMe ha salido un guanete
ResponderEliminarProtégelo con un guante. (dicho con acento fgansés)
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