Google y RAMÓN

Hoy me ha sorprendido ver a un tipo que me recordaba Ramón Gómez de la Serna, RAMÓN, y en efecto, era él. He entrado en Wikipedia para ver si es que hoy era su centenario o similar y bueno, simplemente es su aniversario. Nació tal día como hoy en 1888, hace 121 años.
Interesante rescate este googleniano, que choca con la banalización de referentes a los que estamos ya acostumbrados. Gómez de la Serna en Google. Óle. Cabría preguntarse, en plan masoca, cuánta gente conoce al padre de las greguerías. Pero no entremos en esas dinámicas de las que no se saca nada bueno y celebremos el acierto de Google con una greguería ramoniana:
Las pirámides son las jorobas del desierto.
El peine le sirve al calvo para hacerse cosquillas paralelas.
ResponderEliminarSoy fan.
La morcilla es un chorizo de luto.
ResponderEliminarQué mal queda lo de fan referido a un autor de principios del siglo pasado. Pongamos que soy... incondicional.
ResponderEliminarBueno, todos los escritores que leemos nacieron en el siglo pasado.... (Y en otros siglos también, claro.)
ResponderEliminarLa lechuga es toda enaguas.
ResponderEliminarA mí hay una que me gusta especialmente, por lo guarrona, picantona y políticamente incorrecta:
ResponderEliminarCon el columpio, las niñas nos enviaron el aire de sus coños.
Jevi, eh?
Va, NáuGrafo, hazte un top 10 de greguerías entre tus lectores!
ResponderEliminarPropongo, mejor, inventarse una greguería. Venga.. Vamos pensando....
ResponderEliminarYa tengo una, jaja, qué mala:
ResponderEliminarGregorio es un nombre ramoniano.
Hummm... Es muy osado por nuestra parte pero ahí van dos:
ResponderEliminarLlevaba una coleta con las ideas que le quedaban sueltas
Las lentillas son diminutivos en contacto
Ramón lo perdona todo. Oye, pues muy güenas, sobre todo la primera.
ResponderEliminarY añado:
Los franceses se ponen lentejas en los ojos para ver mejor.
"El aceite de oliva es mágico, porque petrifica las croquetas".
ResponderEliminarLos bosques son el vello púbico del mundo.
ResponderEliminarLas Torres Kio son la impotencia de Madrid.
ResponderEliminarLa Moncloa es una cloaca montaraz.
ResponderEliminarEl realismo del cine español produce espectadores de ciencia ficción
Si el mañana es por la mañana, la tarde será demasiado tarde.
Dios... qué tontuna. Ja ja ja...
La mancha de Gorbachov es una cagada del Lenin celestial.
ResponderEliminarEl flamenco es arañar la puerta de Dios hasta que la abra.
La noche se llama, en realidad, la mañana.
La historia es la histeria de los políticos.
ResponderEliminar"Las ventanas son los ojos de las casas".
ResponderEliminarLa miopía es vivir eternamente no abonado a Canal Plus.
ResponderEliminarLas vacas locas dan leche cuerda.
ResponderEliminarVaricaciones sobre el mismo tema:
ResponderEliminarLas locas se ahorcan con cuerdas
Qué bueno!
ResponderEliminarPor eso digo de vez en cuando, ni haikus ni pollas, ¡greguerías!
ResponderEliminarUn haiku es una greguería con soja y wasabi.
ResponderEliminar"El wasabi nos proporcina nuestra dosis diaria de picor neurológico".
ResponderEliminarEl wasabi, es para los nipones, una gracieta doble (guasa-bi). Y esto es algo muy serio para ellos, que se administran también a diario.
ResponderEliminarA mí, aunque desde luego tienen mucho menos glamour, siempre me hicieron tanta gracia, o más, las "Máximas Mínimas" de Jardiel Poncela: desde la archicitada "La juventud es un defecto que se corrige con el tiempo” hasta las satíricas “La medicina es el arte de acompañar con palabras griegas al sepulcro” o las que expresaban su furibunda misoginia (y por tanto hoy muy políticamente incorrectas) “A las mujeres las seduce que se las seduzca” , “Las mujeres, como las espadas, cuando más respeto inspiran es cuando están desnudas”, etc. Cosas de la época.
ResponderEliminarGracias, Carlos, por las máximas de Jardiel. Bonito cierre para este improvisado homenaje ramoniano. Cá!
ResponderEliminarEl psiquiatra duerme a los que sueñan
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